Patricia Dauder

Sobre su obra

NUEVA YORK, MAYO DE 2011

El conjunto de mi obra, compuesto por dibujos, películas, telas, objetos tridimensionales y fotografías, responde a una investigación esencialmente visual sobre la posibilidad de ver y representar más allá del entorno inmediato, del mundo físico y objetual. Los trabajos se caracterizan por una marcada cualidad procesual.

En lugar de ser proyectos cerrados, forman parte de ciclos de investigación que se extienden en el tiempo, de manera que a menudo es complicado establecer límites, como principio o fin, o establecer la separación entre obras. Esta cualidad procesual viene acentuada por la idea de fragmento que se evidencia tanto en los motivos –formas rotas e incompletas– que aparecen recurrentemente, como en la apariencia de esbozo que tienen los trabajos.

El intento de materializar lo inmaterial, de dar forma a lo informe, ha dado lugar a una serie de conceptos relacionados con el tiempo y el espacio: el concepto de visión pura, un espacio sin parámetros y la idea de continuum como un proceso sin fin. Tanto el tiempo como el espacio son para mí dimensiones muy fragmentadas que no pueden acotarse ni contenerse.

Concibo el tiempo no como el paso lineal consecuente de una serie de sucesos sino como una dimensión o múltiples dimensiones donde realidades diversas ocurren simultáneamente. Mi concepto de espacio tampoco está sujeto a unas medidas, es infinito, múltiple, estratificado y se expande de micro a macro estructuras, de objetos minúsculos a extensiones enormes que superan nuestras capacidades ópticas y perceptivas.

Esto está ligado a la vez a la idea de una visión pura, como una especie de visión metafísica, con la luz como símbolo importante para poder ver más allá de lo inmediato.

Existen tres puntos de partida o posicionamientos a los que me remito en mi trabajo actual: La observación del mundo físico y el interés por la dimensión fenomenológica y metafísica de la realidad, que desarrollo a través del registro y la recreación de materia perceptible y no perceptible, de estructura y cambio, de espacio y tiempo. La introspección y la exploración de una dimensión psicológica, menos consciente o racional, que se manifiesta en morfologías, estructuras y visiones que no tienen una lógica y una continuidad claras. En gran medida, he desarrollado esta vertiente a través del dibujo aunque, más recientemente, me he servido de la escultura y la película. Entiendo la película como reflejo de la reacción de mis sentidos y de un pensamiento menos racional acerca de mi entorno.

La autonomía o auto-referencialidad del objeto artístico que produzco. Los cambios acaecidos en las imágenes y objetos que realizo parecen evolucionar de forma autónoma a mi idea y a mi voluntad, y la obra se convierte en una entidad autónoma. Al incidir en el espacio blanco del papel, captar algo con la cámara o modelar una forma en el espacio, parto de una proyección mental incipiente de percepciones o sensaciones subjetivas que no puedo representar con una morfología clara. A partir de ahí se inicia un largo proceso de manufactura que va en paralelo a un proceso igualmente largo de reconocimiento de la imagen u objeto. A través de la interrelación entre trazos y manchas, luz y color, espacios vacíos y espacios llenos, la forma va haciéndose y dictamina los pasos a seguir. Se establece un diálogo entre la forma presente y lo que evoca, un movimiento sucesivo de acercamiento y alejamiento entre la idea y el material.

El encuentro del espectador con mi obra sigue un proceso similar. No existe una fuente narrativa, una historia o temática concreta a la que atenerse. La exposición pública del trabajo se presenta como una colección de imágenes de diversa índole: dibujos, imagen en movimiento, proyección de películas o diapositivas, y esculturas, que crean una composición sin jerarquías ni vínculos acotados.

A pesar de la presentación fragmentada, se genera un microcosmos de múltiples asociaciones e iconografías, probablemente un reflejo de mi instinto asociativo, no analítico sino más bien poético. Únicamente a través de la observación pausada el espectador puede ver sutiles significados y posibles conexiones: la relación entre opuestos, negativo y positivo, masa y vacío, construcción y destrucción, la visualización de la estructura interna de cuerpos, orgánicos o arquitectónicos, la reiteración de la forma circular radial, sistemas representativos como mapas y cosmologías, fenómenos ambientales que suceden a pequeña o gran escala en instantes o en periodos de tiempo muy largos, trazos biomórficos y elementos naturales que se entremezclan con referencias al soporte cinematográfico.

Patricia Dauder