Carla Filipe

Sobre su obra

RECORDAR Y CONSTRUIR: CAMBIAR EL PASADO, REMEMORAR EL FUTURO

El trabajo de Carla Filipe se centra de manera obsesiva en la memoria (tanto personal como política, y/o sindical y artística). Las referencias de Carla Filipe a un universo muy concreto (el de los ferrocarriles) se vuelven universales cuando cita al aparato político y sindical (pancartas y carteles) o fuentes históricas (exhibiendo documentos reales y de ficción).

Su obra utiliza los códigos de la comunicación de masas, pero no apela, sin embargo, a las técnicas del pop art, que maneja las convenciones de la publicidad para exaltarlas o criticarlas, creando a partir de las mismas una representación de la realidad diferente. La obra de esta artista se desarrolla en la tradición del arte de intervención. Los códigos de la comunicación son igualmente importantes pero exploran otros estímulos y persiguen otros objetivos. Los carteles, pancartas, panfletos, manifiestos o periódicos que utiliza no ilustran las múltiples formas de promoción de los productos de consumo en una sociedad industrial o postindustrial, sino los diversos niveles del discurso político (sindical, social, testimonial o puramente político) que directa o indirectamente, parcial o totalmente cuestionan los propios cimientos de esa sociedad.

La obra de Carla Filipe nace de la historia de las condiciones de vida y de trabajo de las masas populares, en el contexto de la industrialización a lo largo del siglo XIX y buena parte del siglo XX. El realismo del XIX, algunas formas del expresionismo del período de entreguerras y las diversas formas del realismo socialista, así como la deconstrucción de esas tradiciones, en el contexto dominante del estructuralismo y del situacionismo de Debord, presentan, a lo largo del extenso período histórico y social mencionado, una amplia variedad de acercamientos ideológicos y formales a los temas e imágenes que testimonian la vida y la lucha de las clases oprimidas. Esa larga tradición se halla tras la obra de Carla Filipe y, sin embargo, ésta evita la mera cita, la reclasificación y la reordenación espacial de los signos del discurso político o cotidiano que caracterizan buena parte de lo que podemos denominar «arte sociológico»: muchos de los elementos de su obra son autónomos respecto a cualquier lectura programática o reductiva, o incluso rompen, gracias a su tratamiento formal y técnico de la imagen, la linealidad de una mera lectura política.

La dimensión biográfica es un elemento importante en esa habilidad para ir más allá; aunque no sea la única fuerza motriz de la obra, baña la misma y la define como una obsesión recurrente; es una de las características más distintivas y personales en la obra de Carla Filipe, que le permite ampliar sus campos de intervención a la vez que hace gala de la vocación política de sus creaciones.

Nacida en una familia de ferroviarios, su visión del tema es histórica y subjetiva, y también emocional. El papel esencial desempeñado por el ferrocarril en el desarrollo del capitalismo y del mercado interior, del crecimiento urbano, la industrialización tradicional y la clase proletaria, la movilidad de la población (redistribuyendo la población nacional y luego como impulso de la emigración), el estudio de los avances tecnológicos que le confirieron el estatus de un verdadero universo en expansión y el análisis de su decadencia, las conexiones de ese innovador medio de transporte con la lucha obrera, combinadas con el estudio de la mentalidad conservadora, pequeño burguesa y pueblerina de sus empleados, son algunos de los terrenos que Carla Filipe explora en su obra…

João Pinharanda

Prémio EDP Novos artistas 2011,

Assírio & Alvim, Lisboa, 2011,

pp. 40 y 41